¿Cómo ser feliz?

Me encanta el título de este post, porque es algo que me preguntan mucho cuando ven que siempre cargo una sonrisa a flor de piel.

La verdad sea dicha, buena parte de mi día me encuentro relajada y tranquila, dispuesta a disfrutar todas las bendiciones que aparecen a medida que la jornada se va desarrollando. Sin embargo, no todo el tiempo ha sido color de rosa. Hace unos meses estuve bastante callada por las redes y esto se debió a que, más allá del factor fotográfico, otras cosas tenían mi atención de una manera que perturbaban un poco mi estado habitual de paz. 

Es cierto que la vida siempre presenta momentos de alegría y otros de prueba con elementos opuestos porque todo debe tener un balance. Así que algo que empecé a repetir sistemáticamente y me ayudó a salir de esa etapa gris -y hasta el sol de hoy me sigue manteniendo de pie como si fuera un bastón- fue practicar el agradecimiento de forma diaria. Conectarme antes de dormir con lo positivo que me había pasado durante el día y dar gracias por cosas que muchas veces he dado por sentadas, como por ejemplo: estar viva, tener salud y amanecer con cada nuevo día, ha hecho un trabajo neuronal increíble en mi mente y estado de ánimo. Plasmar en un cuaderno diez situaciones amenas se ha convertido en un agradable ejercicio que me ha permitido recordar que sí se puede ser feliz a pesar de las circunstancias.

Valorar lo que tenemos, empezando por lo más sencillo: la familia, los amigos, el trabajo, un cuerpo funcional y sano, la música, la comida que ponemos en la mesa y enfocarse en el "aquí y ahora" nos hace más conscientes de cada bendición. Igualmente deshacerse del pasado, especialmente de las experiencias negativas, nos permite avanzar con más soltura por la vida. Hoy en día me pregunto si realmente cuando estaba casada me sentía realizada como mujer y la respuesta es un rotundo no.  Aunque divorciarme no era algo concebible en mi cabeza, definitivamente fue lo mejor para mi crecimiento personal, mi tranquilidad y mi felicidad.

Otra situación que ayuda muchísimo es dejar de quejarse. Para muchas personas en Venezuela eso representa un reto, porque las noticias no son las más alentadoras. Sin embargo todos los que seguimos aquí estamos al tanto de lo que pasa, por ende conversar y repetir los mismos temas lo que hace es enfocar la energía donde no es necesaria.

Reconocer y disfrutar los momentos felices para multiplicarlos también aumentará considerablemente  nuestro bienestar. ¿Cuántas veces no ocurre que estamos reunidos con unos amigos en un lugar agradable y nos encontramos ausentes, pensando en otra cosa? Eso es algo que hay que evitar, porque los buenos tiempos no se repiten!

Hay que divertirse y tratar en lo posible de pasarla bien donde uno esté, porque la felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando disfrutamos lo que tenemos.

Besos, 

Charlotte

Fotografía: Gantes Estudio @gantestudio

PD: Hice tres intentos de cariño, pero cada vez que acariciaba a ese chivo me daba con los cuernos, jajaja