Enseñanzas y beneficios del yoga

Parte de la filosofía del yoga es aplicar lo que practicas dentro de la shala fuera, es decir, en tu día a día. 

Mucha gente ha subestimado el poder de esta práctica milenaria originada en la India, pues se cree que es meramente para realizar ejercicios físicos. Pero la verdad es que son innumerables los beneficios que se obtienen también en el plano mental y espiritual, ya que cada asana tiene la particularidad de trabajar los distintos chakras ubicados a lo largo de la columna vertebral y cuando se hacen ejercicios de apertura (del pecho para abrir el corazón, por ejemplo) es mucho lo que se sana y se libera.

Entre las cosas más importantes que esta disciplina me ha enseñado están: 

1) Puedes más de lo que piensas: porque mientras más practicas, más puedes conseguir (no solo con la respiración y las meditaciones, sino con la elasticidad, pérdida de rigidez, fluidez, autocontrol, voluntad). Así como está nuestro cuerpo, muchas veces está nuestra vida. Por eso parte de sus bondades se traducen en seguridad, calma, soltura y confianza para alcanzar metas y todo lo que quieras.

2) Comprendes que tienes límites y debes aceptarlos con humildad: me pasa cuando debo estirar la pierna izquierda en su totalidad, pues me molesta horriblemente en la parte posterior del muslo. Sé que más temprano que tarde lograré ponerla recta sin que me duela y tendré la misma flexibilidad que tuve cuando practicaba ballet. 

3) Sostenerte cómoda y sonreída dentro de la incomodidad te da fuerza y carácter, porque te mantienes. Muchas veces el mundo nos reta y si aguantamos podremos caminarlo de la mejor manera.

4) Sin una base estable no puedes sostenerte en la vida. Para los soñadores como yo, esto te enseña a tener los pies bien puestos sobre la tierra con firmeza, porque si no todos los planes -y hasta lo más seguro- se cae. 

5) Lo último, y es algo que una de mis maestras (Maru Brockmiller, radicada ahora en Argentina) siempre nos repetía en clase: “agradece a tu cuerpo todo lo que hace por ti. Es a tu mente a quien debes convencer”. Por qué? Porque a veces el cerebro nos manda y hace trampa con los miedos...ahi es cuando debemos recordar que los límites sólo existen en nuestra cabeza.

Me agradó mucho que mi hijo de manera espontánea haya querido hacer una de las posturas y hasta se concentró cerrando los ojos! Lo primero que haré cuando lo vea (ya que está pasando unos días con su papá) es darle un abrazo enoooorme!

Con esta cuarentena he encontrado en el yoga múltiples beneficios, entre ellos, tranquilidad. Si estoy preocupada medito, me concentro en respirar y eso me despeja.

Hay sesiones donde estoy más activa y puedo hacer varias asanas continuas con rapidez. Pero ayer no estaba tan equilibrada a nivel físico. Me costó mantener el balance incluso en posturas tan simples como el árbol. Así que me lo tomé con calma. No me juzgué. 

Entendí que la lección del día era apoyar mis dos piernas e ir más despacio para apreciar mejor cada músculo del cuerpo en cada estiramiento. Para sentirme por completo, viva y respirando.  Y vaya que sudé! 

El equilibrio en piernas y brazos son herramientas que los yoguinis usamos para mantener la fuerza, el enfoque y la autoconfianza. Y cuando debes sostener una posición durante cinco respiraciones conscientes, el ejercicio se vuelve bien interesante.

Hay algún(a) yoguini en esta comunidad? Les gustaría aprender más de los beneficios de esta antigua práctica? 

Besos, 

Charlotte

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