¿Realmente todo es cuestión de suerte?

Esta semana me han sorprendido gratamente por las redes los comentarios de un par de amigas que estudiaron conmigo y con las que había perdido contacto luego de haber terminado bachillerato y la universidad. Tras un afectuoso saludo, leerles un "me encanta lo que estás haciendo", "te felicito por tu trabajo porque es interesante y eficiente" y "estás radiante" es algo que me llena mucho, porque aparte de las ganas que le he puesto, lo hago con mucho cariño para ustedes. 

Entretener, mantenerse al día, oxigenar y dar a conocer las cosas nuevas, buenas y de calidad que se están haciendo en Venezuela en los sectores de moda, gastronomía y estilo de vida es algo que me propuse desarrollar hace ya algún tiempo y que implica dedicación, investigación, relaciones públicas y toda una producción detrás. Pero así como he recibido esas palabras motivadoras, también me he visto expuesta a la crítica en unas tres ocasiones, y es que estar bajo el lente de muchos se presta para tener admiradores y detractores. 

Por eso hoy he querido hacerme un autoanálisis, preguntándome: "arrancar y mantener el blog ha sido -como algunos piensan-, un acto de pura suerte?"

Definitivamente creo que la suerte no existe, porque sin lugar a dudas uno trabaja todo lo que quiere obtener. Por ende, el mensaje va dirigido a todos aquellos que desean emprender ese proyecto que tienen en mente y que no han logrado cuajar por miedo u otros pensamientos limitantes: el primer paso es estar decididos a lanzarse, con la confianza de que si estás convencido de lo que estás haciendo todo irá agarrando su cauce y si por casualidad aparece algún desvío, todo se irá enderezando en el camino. Tener una actitud positiva es la clave para que las cosas fluyan de la mejor manera.

El segundo paso es salir a buscar las oportunidades, y esto se hace relacionándose y ampliando el  círculo de amistades. Ser más abierto y dejarse ver en invitaciones y eventos te abrirá un montón de puertas que antes ni sospechabas que podías tocar siquiera.

En tercer lugar, seguir el instinto y escuchar al subconsciente es indispensable para escoger el rumbo adecuado, tomar decisiones, saber qué propuestas aceptar, con quien te puedes asociar y a quien deberás dejar de lado. Cuando eliges y decides aumentas tu seguridad y autoestima, aparte de darte la tranquilidad de que si las cosas no salen como se tenían previstas, existe la certeza de que la resolución se tomó de buena fe y con plena consciencia de sus pros y contras.

Lo último es insistir: ser persistente y constante con las ideas es lo que te pondrá donde quieres estar. 

Es cierto que estamos en un país cuyo sistema ha cambiado mucho, pero de tí -y únicamente de tí- depende crear las oportunidades para labrar tu fortuna y hacer que tus metas se cumplan. Por eso cada día me siento más empoderada, poderosa y a gusto con mi trabajo: porque estoy enfocada en mis capacidades. Y ustedes?

Besos, 

Charlotte

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