Nunca digas nunca

Pasa en la moda y pasa en la vida real...

Recuerdo claramente cuando empecé el blog que subí una fotografía en instagram diciendo que los pantalones de denim rotos no iban con mi estilo y que jamás usaría un par así. 

Tres años y medio después por acá me tienen, jajajajaja...

La vida es cambiante, dinámica, es movimiento y lo que hoy puede que choque con la manera de pensar es probable que se modifique con el paso del tiempo. Las creencias a veces suelen estar equivocadas o no resultar como esperábamos. Lo importante es adaptarse a las novedades para estar cómodas y a gusto con lo que queramos hacer.

El estilo personal al vestir evoluciona a la par del ritmo y la rutina de vida de cada quien. Esa es una verdad que se refleja en el clóset y que he tenido la oportunidad de constatar a través de muchas mujeres, inclusive hasta en mí misma.

Particularmente ando en una etapa de confort y relax, más flexible, liviana y fresca. A principios de este año me tocó cerrar la infraestructura física de mi empresa. Fue algo impactante y doloroso -a pesar de que lo había evaluado, analizado y decidido en frío- ya que nunca esperé que me pasara, porque es innegable que la permanencia de las cosas gratas y satisfactorias es algo que deseamos que nos acompañe siempre. Pero hoy en día agradezco esta experiencia que me hizo crecer, que me hizo buscar nuevamente el lado positivo de la situación y que además me ha dado mucha tranquilidad.

Algunas circunstancias nos ponen a sopesar la balanza y dar prioridades. La compañia llegó a ser mi reflejo: sólida, estable, acogedora, llena de valores... pero a finales del año pasado mi hijo se vio afectado al igual que mi salud, por lo que romper la estructura que siempre he tenido en todos los aspectos fue algo que tuve que afrontar con entereza a pesar de la tristeza que llevaba por dentro y de que era lo mejor. 

Quizás parezca muy literal, pero de alguna manera creo que los boyfriend jeans rasgados que muestro en esta propuesta enseñan el desgaste que hubo durante ese proceso. Sin embargo, y de repente hasta irónicamente, los exhibo con un sentido pleno de libertad y bienestar.

Lo bueno de esta historia es que acá sigo de pie trabajando, fluyendo y evolucionando. Tengo más tiempo para dedicarme a mí, a mi familia y me encuentro utilizando más zapatos deportivos que antes, más franelas y más jeans también, aunque sigo amando (y por supuesto conservo en el armario porque a veces toca sacarlos) los tacones, blazers, camisas manga larga y pantalones de vestir.

Nunca digas nunca. Atrévete a romper patrones. Abraza los cambios. Agradece, suelta el pasado, vive el presente y disfruta el camino.

Besos, 

Charlotte

Franela, maxi cardigan y pantalones: By Gantes @bygantes

Morral: By Patricia Bello @bypatriciabello

Zapatos: Lucinda Shoes @lucindashoes

Zarcillos: Somos BH @somosbh

Fotografía: Red Castle Studios @rcsstudios