Vive la vida a tu propio ritmo

El año pasado por estas mismas fechas escribía que me gustaba ser inspiración en medio de tantas vicisitudes que estábamos atravesando los venezolanos en ese entonces. Sin embargo y a pesar de que en esta ocasión no ha habido marchas con desenlaces fatales, este fin de semana -y en lo que va de la mitad de esta última de Agosto- quienes seguimos en esta tierra de gracia hemos tenido una verdadera prueba de resiliencia. Esa es la razón de mi ausencia. Por más intentos que había tenido de sentarme a redactar, la musa no lograba su cometido. 

No obstante y luego de haber agradecido a Dios por salir ilesos ante el terremoto del Martes y la réplica intensa de ayer Miércoles que dejó sin luz por varias horas a mi querido estado Anzoátegui, aquí estoy como muchos paisanos y colegas trabajando, pues no conozco otra manera mejor de encarar la realidad que haciendo lo que me gusta. 

Recientemente, rodeada con tantas personas nuevas que he conocido gracias al blog y viendo las historias de muchos emprendimientos, no he podido evitar pensar en la manera de cómo la sociedad y las redes sociales operan y hacen mover a muchos de etapa en etapa sin dejarlos digerir lo que están haciendo. Parecieran sumergidos en una onda robótica que a veces les impide saborear y sentir la vida plena y satisfactoriamente, a un ritmo natural y personal. 

Sin negar la sana competencia que debe existir para hacernos mejores en todo, es notable la necesidad imperiosa de quienes pretenden subir a como de lugar esos escalones imaginarios y conseguir el éxito de la noche a la mañana sin haberse preparado lo suficiente, por lo que insisto: se deben romper los cronogramas que nos impone el inconsciente colectivo.

Por ejemplo, tenemos la concepción errónea de que la secuencia en la vida va así: graduarnos de bachillerato, ir a la universidad, obtener un título, empezar a laborar como profesional, producir, casarse, tener hijos y retirarse. Ya para los 30 años se espera haber logrado un trabajo y una pareja estable, y también considerar la maternidad/paternidad como una posibilidad inmediata que no hay que prorrogar mucho porque para después se hace tarde. Ahora bien, si uno se aparta de esta ruta, algunas personas empiezan con cuestionamientos preguntando por qué no vamos al mismo ritmo de la mayoría.

Nadie tiene por qué juzgar y menos hacer comentarios imprudentes, por la sencilla razón de que solo tú calzas tus zapatos. Por mencionar un caso, mi hijo fue planificado, y sí, ciertamente pasaron nueve años antes de tomar la decisión de buscarlo. La presión social era increíble. A cada momento preguntaban: "¿para cuando viene el bebé?", sin saber que quizás uno de los miembros de la pareja tenía algún impedimento físico para lograrlo.

Lo mismo sucede en este mundo virtual: para estar en onda y a tope se debe estudiar. Se deben entender los algoritmos de cada red social. Se debe atender al público y a los clientes, para quienes trabajamos realmente (aunque digamos que es para cumplir una satisfacción propia). Se debe tener constancia y paciencia. Se deben hacer buenas alianzas y trabajar en equipo con gente que sume -de esa forma el alcance es mayor-. Pero por sobretodo, se debe tener un producto de calidad. En mi caso, es crear contenido que sea útil para compartir, más allá de una foto hermosa (que también vende ideas) y por eso es que investigo y me conecto con ustedes al hablar de mis experiencias.

No hay necesidad de inventar el agua tibia, pero en vista de tanta competitividad, sí es preciso  volverse cada día un poco más expertos y querer siempre hacer lo mejor para entregar un resultado de calidad.

Solo tú tienes el poder de dirigir tu propia vida. Seguramente habrá coacción de la familia, amigos y hasta de compañeros de trabajo, pero es importante hacer lo que quieras hacer en tu tiempo, especialmente cuando tu felicidad es la que está en juego. La vida es muy corta y además, es la única forma de disfrutarla sin arrepentimientos o segundos pensamientos. Tan pronto como puedas identificar que esas ideas preconcebidas se están metiendo en tu camino serás capaz de desecharlas y avanzar, confiando conscientemente de que está bien ir bajo tus propios términos y a tu propio ritmo.

Besos, 

Charlotte

Túnica: María Sánchez @couturemaria

Pantalón: Pata de gallo @patadegallove

Peineta, zarcillos y brazalete: Denise Francoise @dfdisenos

Fotografía y maquillaje: Gantes Estudio @gantestudio